Hace poco venía escuchando la radio con mi mamá en una tarde ya casi nocturna y de repente empiezan, esos sonidos inconfundibles de su eterna banda, -lluvia, batería, teclado- y dije ¡sí, es ella! luego su original voz sigue, recitando: "If i tell you, if i tell you now..." ("The sweetest taboo") produciendo un estado de confort, de tranquilidad, de buen humor, que persiste. Es Sade.
A finales de la década de los 90, cuando Puma TV -Canal venezolano de música 24hs- todavía era un canal muy popular, yo reconocí a Sade. Me llamó mucho la atención el video de "King of Sorrow" (la combinación de canción y video). En mi afán que tenía en aquella época por aprender y entender más el inglés (aún lo tengo) me quedé escuchando, luego las imágenes atrajeron mi atención. La historia de una madre soltera dedicada a sus pequeños y tratando de persistir en su sueño, el canto. Esas historias de valentía cotidiana, que tienen mayor mérito y son más dignas de admiración que algunas otras cosas. Es el 2do sencillo de su quinto álbum Lovers rock (2000).
Sade, a lo largo de su carrera, siempre se ha paseado por el smooth jazz, R&B y soul. No hace una excepción en "Smooth Operator", una de las más exitosas del álbum Diamond Life (1984). Es interesante y hasta divertida la manera en que retrata a un hombre "de mundo", de corazón frío, como si ella lo empezara a conocer. No sé porque pero siempre me produce una sensación de pasado, me recuerda al Hotel Hilton -de Caracas-y a mi niñez... ¡No! esperen, ya recuerdo, esta canción se escuchaba en la recepción y en el lounge del antiguo Hilton. No me hospedaba ahí, vivía cerca y se podía pasear, ver las vitrinas de arte, y hasta pasar un día en la piscina, ir al Teresa Carreño, luego al parque los Caobos y al museo de Ciencias y el de Arte Contemporáneo. Aquellos tiempos, sencillos, accesibles, fáciles. En fin.
Sade es de Nigeria, de madre inglesa y padre nigeriano. Se mudó a Inglaterra con su madre después del divorcio de sus padres. Desde jóven admiraba más la audiencia de algunos músicos, que a los propios músicos. Cómo estos atraían gente de todo tipo, abuelitos, madres, niños, jóvenes, blancos, negros, amarillos. La música al principio no fue su primera opción, cursó estudios en moda. No es cuando unos amigos le piden que por favor los ayude con su preparamiento vocal que ella decide desarrollar en pleno su talento a pesar de que cantar la hacía sentir nerviosa. Al igual que el canto también disfruta escribir, componer. Una banda de jazz de aquel entonces (1981) la invitó en su gira para que vocalizara. Junto a uno de los integrantes de Pride -la banda-, escribió Smooth Operator y atrajo la atención instantánea de un sello discográfico que sólo estaba interesado en ella, no en los jazzistas. Ella rechazó el trato por dos años hasta que planteó aceptar si con ella iban tres de los integrantes del grupo. El resto es historia como dicen, y trabajo arduo. Historia plasmada en sus varios discos.
Y "Paradise" de 1988, del album Stronger than pride. Una cuestión bailable, magnífica, de cócteles, de ligereza al caminar (así se siente).
Las canciones de Sade usualmente hablan de amor, desamor, y experiencias de otra índole, compartidas en soul, con melancolía, con estilo, madurez, una melodía siempre inteligente que fácilmente te acompaña en solitud, te ayudan tal vez a entender el romance. Y por qué no, también muy apropiadas y recomendables en momentos "Barry White".
He aquí una pequeña selección de mis canciones favoritas que pueden servir como introducción a su trabajo. Pero les aseguro, no son las únicas canciones dignas de darles play.
No hay comentarios:
Publicar un comentario